Uno de los objetivos fundamentales de la práctica Yoga es ayudarnos a llegar a un nivel más completo de integración del SER (Yoga ~ unión).
Definitivamente, cuando hablamos de «integrar» o «unir» algo, partimos de la premisa que en algún momento hubo una separación o una disociación dentro de nuestro SER.
Si estudiamos a fondo las diferentes dimensiones del SER (cuerpo, psique, energía, espíritu o Consciencia individualizada, etc.), observamos que existen muchos niveles de separación:
–la separación entre la Consciencia Individual y la Consciencia Universal, que nos permite experimentarnos a nosotros mismos como un SER individual, separado del entorno
-la separación entre el cuerpo y el ego o la psique, que muchas veces crea distancia entre nuestro Universo interno de emociones y pensamientos, y lo que experimentamos a través del cuerpo y sus capacidades sensoriales
-la separación entre diferentes partes de nuestra psique o personalidad que aparentemente están en conflicto (aquí podríamos incluir también la separación o negación de la sombra personal, esa parte de nosotros que queremos esconder porque no nos gusta o nos avergüenza profundamente)
Diferentes tipos de Yoga nos ayudan a integrar diferentes niveles de separación que surgen en nuestro SER. Por ejemplo, el Hatha Yoga, la rama más física del Yoga, es un camino ideal para lograr la integración cuerpo-mente o soma-psique, mientras que las ramas meditativas del Yoga se enfocan en la separación primordial entre la Consciencia Individual y la Consciencia Universal (que genera la existencia de ahamkara, el ego o el sentido de individualidad).
Por otro lado, la astrología y diferentes formas de psicoterapia nos ayudan a comprender y eventualmente, integrar diferentes partes de nuestra personalidad que generan conflictos o tensiones internas.
El objetivo del artículo de hoy es comprender mejor la separación cuerpo-mente (y mencionar algunas pequeñas acciones que podemos tomar para integrar estas 2 dimensiones del SER).
Existe una diferencia fundamental entre el cuerpo y la mente que tiene que ver con el espectro del tiempo-espacio.
-La mente tiende a funcionar predominantemente en parámetros de pasado y futuro, mientras que
-El cuerpo, o la capacidad de habitar el cuerpo físico con consciencia, nos ancla automáticamente en el instante presente
Las personas excesivamente mentales, pueden llegar a vivir disociadas de su cuerpo físico y sus necesidades, pasando mucho tiempo en el Universo mental interno, ya sea recordando hechos del pasado y utilizando esas experiencias para comprender el presente, ya sea proyectando el futuro en base al pasado.
En la historia de la humanidad, hemos vivido épocas en las que el cuerpo ocupaba un papel principal en la interacción con el entorno ya que la mente o la capacidad intelectual del SER humano promedio estaba menos desarrollada.
Hoy en día, todavía existe una brecha significativa entre lo mental y lo corporal. Fácilmente, posicionamos la mente y sus capacidades, por encima del cuerpo.
La integración cuerpo-mente, supone, por un lado, comprender la relación entre estas 2 dimensiones de nuestro SER y la influencia que ejercen una sobre la otra. Todos los procesos mentales-emocionales y su energía correspondiente dejan una huella en el cuerpo material, mientras que los procesos biológicos del cuerpo material dejan huellas en el estado mental-emocional.
Por otro lado, la integración cuerpo-mente, supone desarrollar hábitos sanos y utilizar ciertos instrumentos que nos permitan combinar nuestra percepción mental habitual con la percepción sensorial o energética (a través del cuerpo).
Cuando logramos equilibrar la *percepción mental (basada en un lenguaje simbólico que nos permite traducir e interpretar mentalmente lo que sucede afuera a través de palabras o conceptos) con la *percepción sensorial (basada en una experiencia energética en el cuerpo físico) => nuestra comprensión acerca del mundo que nos rodea se expande, se integra…
Obtenemos la capacidad de utilizar la mente cuando es necesario y también de apagarla cuando no lo es.
La práctica postural y las técnicas de respiración que aplicamos en Yoga, nos ayudan a lograr esta integración cuerpo-mente, o cuerpo-ego, o soma-psique.
A través de la respiración consciente, cerramos la brecha entre el ego y el cuerpo físico, e implícitamente, la brecha entre el pasado-futuro (universo mental) y el presente (una experiencia muy anclada en lo corporal).
Algunos hábitos diarios para lograr esta integración:
-Ancla tu mente en el cuerpo, escaneando el cuerpo físico entero con mucha atención => puedes realizar este breve ejercicio de escaneo corporal estés en donde estés
-Respira de forma consciente y observa como al respirar y al concentrarte en tu respiración, la mente naturalmente baja hacia el cuerpo
-Enfócate en percibir el mundo exclusivamente a través del cuerpo y la información sensorial, permitiendo que la interpretación mental pase a un plano secundario, aunque sea durante unos segundos o minutos (por ejemplo, al contemplar una flor, en vez de describirla mentalmente con conceptos, enfócate en percibir la energía de esa flor)
-Realiza algunas posturas o asanas de forma meditativa y trata de percibir las diferentes cualidades energéticas que recorren tu cuerpo en cada una de esas posturas
Y recuerda, ni la mente es superior al cuerpo, ni el cuerpo es superior a la mente.
Son partes aparentemente distintas de nuestro SER, pero fundamentalmente unidas.